El día 6 de noviembre volvimos a Villalán después de pasados 12 años desde la última plantación que realizamos en 2011 en la Senda de la Lanzada.
Invitados de nuevo por los vecinos del colectivo “Alano”, realizamos una microplantación de especies de ribera en la laguna del camino de Villavicencio y a continuación visitamos la parcela donde se concentraron las actividades de revegetación durante los años 2009 a 2011.
La comarca de Tierra de Campos es conocida por estar dedicada a cultivos extensivos de secano desde antiguo, constituyendo un área esteparia creada por el ser humano que ha dado lugar a un ecosistema propicio para aves tan emblemáticas como la avutarda o el sisón.
La intensificación agraria ha simplificado y sigue simplificando cada vez más, el paisaje. Se ha ido reduciendo la presencia de setos, linderos, pequeños sotos en arroyos y ríos (de poco caudal estacional y encauzados), siendo casi testimoniales estas zonas que sirven de lugar de alimentación y refugio a la fauna. Alguna plantación de pinos en pequeñas parcelas rompen la monotonía y son prácticamente la única presencia arbolada.
Alrededor del 2008 ya estábamos dándole vueltas a cómo crear “islas” de biodiversidad en pequeñas áreas agrícolas una vez abandonado su uso productivo. Teníamos conocimiento de las experiencias llevadas a cabo por Jose María Rey Benayas, Catedrático de Ecología de la Universidad de Alcalá, a través de la Fundación Internacional para la Restauración de Ecosistemas (FIRE) y queríamos poner a prueba esas experiencias en nuestro entorno. Así que en 2009 arrancamos nuestro proyecto "Módulos de regeneración forestal: Islas forestales en un mar de campos” en el cercano término municipal de Aguilar de Campos con la intención de dilucidar qué especies de las autóctonas son las más adecuadas, poner a prueba diferentes métodos de plantación y estudiar diferentes estrategias para recuperar el suelo después de decenios de uso intensivo.
Al mismo tiempo y ya en Villalán, tras las primeras plantaciones que llevamos a cabo en dos parcelas pequeñas junto al pueblo, decidimos probar el nuevo método de plantación en “islas” que habíamos decidido investigar en Aguilar.
Para ello contábamos con una nueva parcela cedida por el Ayuntamiento de Villalán, de unos 5000 m2, situada en la Senda de la Lanzada y que cuenta con una reguera que va a desaguar al cercano Arroyo del Val. Esta reguera prácticamente parte en dos la parcela, por lo que siendo poca superficie de terreno de labranza llevaba sin trabajarse mucho tiempo. La existencia de este pequeño cauce ya nos indicaba que el terreno seguramente retuviera mejor la humedad y fuese más adecuado para la revegetación que los anteriores. A lo largo de esta reguera había un par de alineaciones de pinos plantados con anterioridad.
En 2009 realizamos la plantación de dos islas diferentes con 49 plantas cada una. Queríamos comprobar la interacción entre diferentes arbustos y árboles y si la proximidad entre ellos podría ser una ventaja o un inconveniente.
Al ser una actividad participativa, plantamos las dos islas una junto a otra.
Momento en el que se establecen los límites de la isla, se marcan los puntos donde plantar y se distribuyen los plantones. |
Un momento de la plantación de noviembre de 2009 en la que participaron 76 personas. |
En 2010 y 2011 revisamos qué tal se estaban adaptando las plantas introducidas en las islas y se hicieron otras plantaciones en el resto de la parcela ya de manera aleatoria.
La variedad de especies que plantamos en esta parcela fue muy elevada. En total se introdujeron al menos 18 especies diferentes tanto arbóreas como arbustivas, de zonas húmedas y más adaptadas a la sequía: quejigo (Quercus faginea), encina (Quercus ilex), fresno (Fraxinus angustifolia), álamo (Populus alba), sauces (Salix sp.), tarays (Tamarix sp.), olmo negrillo (Ulmus minor), nogal (Juglans regia), almendro (Prunus dulcis), espino albar o majuelo (Crataegus monogyna), rosales (Rosa sp.), endrino (Prunus spinosa), sauco (Sambucus nigra), aligustre (Ligustrum vulgare), socarrillo (Dorycnium pentaphyllum), jazmín (Jasminum fruticans), cornejo (Cornus sanguinea), bonetero (Euonymus europaeus). En total más de 450 ejemplares solo en esta parcela, a sumar a los más de 600 que se pusieron en otras ubicaciones.
También ensayamos por primera vez la aplicación de inóculo esporal de Pisolithus tinctoreus en cada planta de las introducidas en las islas para favorecer la presencia de micorrizas en el suelo (ver en esta web: Micorrizas, qué son y cómo favorecerlas).
El interés de los vecinos de Villalán, que estuvieron visitando la plantación en años sucesivos, colocando palos que mantuvieran las bocas de los protectores abiertas, y recogiendo los protectores que tiraba el viento ha sido fundamental para el éxito de las plantaciones. En 2010 ya se observaba una excelente implantación de los arbustos y matorral acompañantes de las encinas y quejigos. También en los alrededores de las islas donde se plantaron más encinas, quejigos y rosales se observaba un nivel de supervivencia bastante alto.
Aspecto de las islas en noviembre de 2011. Ya se aprecian algunos protectores en los que sobresalen los socarrillos (Dorycnium pentaphyllum). |
Pero ha sido en 2023, después de más de 10 años de realizadas las primeras plantaciones, cuando hemos podido comprobar el éxito de las mismas y el gran desarrollo de las plantas en general y en las islas en particular. A duras penas se puede decir que es el mismo sitio el que visitamos en el mes de noviembre de 2023 y en el que empezamos a trabajar en 2009.
Aspecto actual (noviembre 2023) de la vegetación de las islas. La hilera de pinos que sobresalen en en fondo permite comparar con las fases iniciales de plantación. |
La implantación y crecimiento de encinas y quejigos es espectacular en otras ubicaciones de la parcela fuera de las “islas”. |
En la actualidad el panorama es muy diferente al que había en 2009... |
...y además es un oasis para la fauna donde puede encontrar refugio y alimento. |
Por qué plantar islas de biodiversidad
La principal razón para plantar estas “islas” en los paisajes agrícolas es restaurar la vegetación natural con el fin de conservar y aumentar la biodiversidad.
Son un hábitat importante para especies polinizadoras tanto de plantas domesticadas como silvestres. Más de la mitad de la producción de los alimentos del mundo que consumimos dependen de los polinizadores (Ver en esta misma página web “La importancia de las abejas solitarias” y “Construcción de cajas nido para polinizadores”).
Tanto los setos como los islotes forestales intercalados en los campos de cultivo desempeñan un importante papel como hábitat propicio para numerosas especies de flora y fauna silvestre porque:
- Son lugares de refugio, cría y alimentación.
- Son núcleos para la dispersión de especies vegetales y animales que con frecuencia han desaparecido de las zonas con un intenso uso agrícola.
- Contribuyen a la regeneración natural de los campos abandonados próximos.
- Favorecen los flujos de animales y plantas a través del territorio.
Espino albar o majuelo (Crataegus monogyna) cuajado de frutos muy apreciados por las aves. |
Además los setos e islotes forestales son un importante hábitat para depredadores que regulan numerosas plagas de cultivos. Favorecen a aves que consumen gran cantidad de insectos, ya sean adultos u orugas, y a rapaces que consumen roedores. Invertebrados como escolopendras, escarabajos, mantis religiosas y arañas, entre otros, que viven bajo las piedras o en la vegetación, también son depredadores de especies que causan plagas agrícolas. Algunas especies de vertebrados que habitan los setos como son muchos carnívoros, erizos, reptiles y anfibios, entre otros, contribuyen así mismo a la regulación de plagas. Este control biológico redunda en una disminución o supresión del empleo de pesticidas en los cultivos que contaminan el ambiente (Ver el proyecto de control biológico de topillo campesino de GREFA y la participación de ARBA-Va).
Estas islas también proporcionan variedad a los paisajes agrícolas, aumentando la diversidad de sus elementos, formas y colores, dotándolos de un mayor valor estético y generando paisajes atractivos por la floración, fructificación o cambio de color de las hojas en las diferentes estaciones.
Agradecimientos
Queremos agradecer al Colectivo “Alano” la iniciativa de llevar a cabo estas actividades y al Ayuntamiento de Villalán de Campos por la cesión de los terrenos.
También a otras asociaciones y voluntarios que participaron en alguna de las plantaciones como Colectivo BAH y Asociación de Voluntariado Ambiental de la Caixa.
Y por supuesto a los vecinos y vecinas de Villalán y especialmente a Efrén y Sátur por su entusiasmo y tenacidad.
Más información
- Fundación Internacional para la Restauración de Ecosistemas (FIRE)
- Proyecto "Módulos de regeneración forestal: Islas forestales en un mar de campos” (ARBA-Va)
- Micorrizas, qué son y cómo favorecerlas (ARBA-Va)
- La importancia de las abejas solitarias (ARBA-Va)
- Construcción de cajas nido para polinizadores (ARBA-Va)
- Proyecto de control biológico de topillo campesino (GREFA)