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viernes, 21 de junio de 2019

La importancia de las abejas solitarias

Las abejas solitarias son unos insectos polinizadores muy eficaces que ponen sus huevos en el suelo, tallos de plantas, orificios de troncos y leña. Estas abejas polinizan las flores de jardines, parques, huertas y por supuesto, plantas silvestres. Gracias a ellas aparecen los frutos que alimentan a otros insectos, aves y mamíferos.

Sus amenazas más graves son la fragmentación y desaparición de hábitats, la pérdida de diversidad vegetal, la falta de alimento, el empleo de fitosanitarios y la subida de la temperatura.

La introducción masiva de colmenas de Apis mellifera es otra amenaza ya que provoca la escasez de alimento y el desplazamiento de polinizadores silvestres (una sola colmena puede desplazar de 95.000 a 165.000 abejas solitarias según los estudios de diversos autores).

Abejas solitarias vs sociales


Hay 1090 especies de abejas solitarias en la península ibérica. A diferencia de las abejas sociales, las abejas solitarias producen miel en una cantidad muy reducida. Sin embargo, son unos polinizadores muy eficaces por su manera de recoger alimento y de moverse, por el tiempo que emplean y por la mayor longitud de los órganos recolectores.

Las abejas solitarias no forman colmenas, por lo tanto no las tienen que defender, priorizan su propia vida y no pican. Son insectos tranquilos e inofensivos que prefieren huir antes que enfrentarse al peligro. El macho muere 3 días después de aparearse y la hembra vive 3 meses más, construye el nido, pone de 14 a 30 huevos para los que recolecta néctar y sobre todo polen.

Solamente hay 43 especies de abejas sociales en la península ibérica. Las abejas sociales producen miel. Por ejemplo, la abeja doméstica Apis mellifera y el abejorro Bombus terrestris tienen lengua corta y solo pueden polinizar correctamente algunas especies. De las demás especies de las que se alimentan extraen el néctar pero no las polinizan, sin néctar la flor no atrae a otros insectos y la planta no produce frutos.

Miles de abejas sociales pueden vivir en una colmena. Pican para defender su colmena, aun sabiendo que van a morir. Se reparten las tareas por castas: la reina pone huevos y las obreras recolectan néctar y polen.

Hay más de una docena de especies de abejorros de lengua media y cinco especies de lengua larga (más de 7 mm) responsables de la polinización de leguminosas cultivadas y silvestres, de linarias, Aconitum y otras.

Cómo favorecer a las abejas solitarias


Las abejas solitarias, al contrario de lo que podríamos pensar, son polinizadoras más eficaces que las sociales y por lo tanto muy importantes para los ecosistemas naturales y los cultivos agrícolas. Si queremos favorecer sus poblaciones hay que asegurar su alimento, por ejemplo, plantando diversas especies ricas en néctar y polen en nuestros jardines y/o huertos que florezcan sucesivamente de febrero a julio.

La construcción de cajas nido para abejas solitarias es también un método estupendo para protegerlas en el campo y en las ciudades, asegurando la conservación de la biodiversidad.

Construcción de cajas nido para abejas solitarias


A continuación señalamos algunas características básicas a la hora de construir una caja nido para abejas solitarias.
  • Distancia al suelo: de 70 a 120 cm. Con más altura puede recibir demasiado viento. Se fija al suelo con estacas, sobre una mesa o una estructura de madera.
  • Orientación: este o sureste. Conviene que reciba el máximo de luz y calor por la mañana para favorecer en su momento la salida de las crías y para fortalecerse a lo largo del día.
  • Longitud de cañas, troncos de madera y bloques de barro tendrán 2 ó 3 cm. menos que la profundidad de la caja. Es aconsejable de 17 a 23 cm.
  • Los agujeros con diámetro de 7, 8 y 9 mm son los favoritos de los polinizadores, pero conviene que haya de 5 a 12 mm.
  • Utilizar cañas de saúco, jazmín, ailanto, bambú, cardencha o forsitya. Evitar las ramas de higuera, cerezo o acacia. Hay especies que prefieren las cañas verticales, se pueden poner así en un lateral al resguardo del tejado.
  • No usar piñas porque pueden atraer tijeretas y otros insectos no deseados que se introducen en las cañas y se comen el alimento de las larvas de las abejas matando a las mismas de hambre.
  • Conviene pintar el frontal de azul o violeta con témpera escolar que no es tóxica. Estos colores atraen a muchas de las abejas solitarias de los géneros Osmia, Megachile, Anthidium, Ceratina y Xylocopa.
  • La caja se impermeabiliza por fuera con cera natural o aceite de linaza dejando que se airee y pierda el olor.
  • Es preferible que el tejado sea de una pieza, inclinado. Si se hace a dos aguas la humedad termina abriendo la unión.
  • La fecha más adecuada para instalar en el campo es a primeros de marzo.

 

Más sobre la construcción de cajas nido para polinizadores: plano de una caja nido, materiales y montaje.



Este texto se ha elaborado a partir del panel original que ARBA-VA utiliza en su exposición itinerante "El valor de los bosques y matorrales autóctonos". Descarga el panel original (pdf).

Fotos y texto: Luis Óscar Aguado (http://www.lepidopteros.com/) y ARBA-Valladolid.

Más información: Medidas para la conservación de la biodiversidad de los polinizadores silvestres en la península ibérica (pdf)
Video: “¿Qué les pasa a las abejas?

1 comentario:

Unknown dijo...

Gracias por la labor de divulgación.