ASOCIACIÓN PARA LA RECUPERACIÓN

DEL BOSQUE AUTÓCTONO EN VALLADOLID

www.arba-s.org

arbav@arba-s.org

MARTES de 19:30 a 21:30 h. en el vivero:

Facultad de Medicina, entrada por c/ Real de Burgos s/n (frente a la residencia Alfonso VIII)

viernes, 13 de mayo de 2011

Upupa epops

A la hora de la siesta me siento con los prismáticos a mano todo lo inmóvil que puedo cerca de un nido de abubilla que aprovecha un agujero bajo el alfeizar de una ventana en una pared de tapial.
Y acierto con un período intenso de alimentación de los polluelos que pían reclamando alimento cuando se acerca un progenitor con ceba en el extremo de su pico largo y afilado y se posa en el umbral del nido. Uno de los padres, digamos la madre, trabaja con rapidez sin darse descanso: vuela alternativamente hacia la hierba y nada más encontrar un gusano u otro delicatessen abubillero hacia el nido. Para localizarlos hinca el pico en el suelo usándolo como una especie de eficaz sonda de pequeños bocados.

Una segunda ave (llamémosle el padre) llega volando y trae ceba de tamaño mayor en el pico. La primera vez que lo veo se acerca intermitentemente cuatro veces en vuelo hasta cerca del nido y se da la vuelta sin entregar el alimento ni posarse en el agujero que es el hogar de su prole. Tras ello se posa en una rama cercana y permanece observando a la espera. La madre lanza su gruñido áspero o advertencia cada vez que se posa en la boca del nido. Cuando le encuentra cerca del agujero, se encara con él sin mucho ímpetu y lo aleja.
Por fin, al quinto intento, el padre les suministra el bicho a las crías. Después de este ritual que si sí, que si no, vuelve con otro insecto grande en el pico y lo da a sus pollos sin más.

No hay comentarios: