ASOCIACIÓN PARA LA RECUPERACIÓN

DEL BOSQUE AUTÓCTONO EN VALLADOLID

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MARTES de 19:30 a 21:30 h. en el vivero:

Facultad de Medicina, entrada por c/ Real de Burgos s/n (frente a la residencia Alfonso VIII)

jueves, 16 de febrero de 2012

El asombro

La tarde cede su testigo a la noche, la Luna y las estrellas en el cielo mientras en el exterior hacemos mezcla juntando en proporción determinada mantillo, turba y arena añadiendo al final NPK un granulado abono de liberación lenta que contiene el nitrógeno, fósforo y potasio esenciales para las plantas de alvéolos y bríks.
En ese momento de luz incierta aparecen una chica y un chico preguntando por ARBA qué es, qué hace, cómo, cuando… El tiempo de entrar al local para coger una paletita con la que comenzar el desmenuzado de la turba les sirve para desaparecer, fantasmas de la tarde.
Seguimos con el trajín arbero, dentro del local repicando alvéolos y fuera con la hormigonera naranja para mezclar sustrato, no para ladrillo. Transcurren los minutos y las horas ven llegar a más arberos que acaban abarrotando el gran pequeño cuarto estrecho y alargado. Dentro de él la mezcla es traspasada desde la cubeta con ruedas a briks y macetas en la zona de la mesa y luego en el otro extremo se forma un grupo que mezcla y amasa bolitas de nendo-dango con vistas a la próxima plantación en Tierra de Campos en concreto en Fontihoyuelo.
El ritmo de repicado a briks es tal que me veo haciendo viajes con cajas de las que suelen contener fruta trasladando a aquellos y a macetas con cotoneaster y encinas al exterior para dejarlos en compañía del resto de los habitantes silenciosos del vivero. Y a cada vez que vuelvo una nueva caja está casi repleta para sacar y hay que hacerlo de inmediato para caber dentro. De hecho somos tantos en el exiguo local que el movimiento se ve entorpecido pero no así la actividad acelerada por la profusión de manos.
La chica y el chico han vuelto y colaboran en la migración de plántulas embutidos alrededor de la mesa de mármol. Nuevamente abandonan la reunión obligados por otro compromiso y a su regreso muchos arberos han emigrado incomprensiblemente ajenos a la atracción gravitatoria del banquete que se avecina con torta del Casar, un brazo de gitano con Mouse de chocolate o una empanada que emocionan solo de verlos.  Una vez más hay que dar la razón a Adolfo: todo termina con trabajo de mandíbulas.
En medio de comentarios arberos y de noticias del ámbito ecológico referidas a captaciones de gas en lo que llaman fractura hidrológica o algo así a las que cuesta dar crédito por su estupidez esférica (lo mires por donde lo mires, parece estúpido) él y ella no acaban de creerse el desfile de esas joyas gastronómicas y a juzgar por la expresión de asombro en el rostro femenino también se maravilla justo antes de la despedida de haber llegado a un oasis en el que las manos simplemente están abiertas y dan sin curvarse como garras sobre cualquier elemento, material o no, en provecho propio.


Esa expresión de asombro maravillado e incredulidad resulta inspiradora; desmintiendo al clásico, siempre hay algo nuevo en ARBA. El presidente de ésta, nuestra asociación, juzga con acierto total cuando afirma que el vivero –que curioso-- nos aporta vida quizá, pienso yo, en justa retribución.

2 comentarios:

eltrasgodelsur dijo...

Gracias por acordarte de mi. Deduzcoque no os faltan manos y nuevos brotes que compartan viandasy laboreo. A lo mejor coincidimos en Hontoria.

Pedro dijo...

Espero que sí. Permanece atento al Txirpi apartado la semana que viene. Gracias a ti por la lectura!!